Al rescate de la Amazona
By jbcalderin
Este espacio está dirigido a hombres y mujeres que se reconocen heridos emocionalmente y quieren romper cadenas de dolor antes de convertirse en padres. Y que tienen conciencia del efecto que genera la herencia familiar.
Este primer post será solo una breve introducción a lo que iremos compartiendo quincenalmente. Puedes comentar de manera respetuosa y expresarte libremente.
Este proyecto virtual nace de la necesidad personal de expresarme y compartir experiencias, conocimiento, sentimientos, y reflexiones desde un punto de vista objetivo basado en la inteligencia emocional.
Con el paso del tiempo y del trabajo personal, me fui haciendo capaz de identificar mis pensamientos, emociones y acciones para sanar de manera consciente, heridas del pasado, algunas adquiridas por mis decisiones de vida y otras más heredadas, no solo de mis padres, sino de los suyos y ellos de los suyos.
Es decir, vínculos de dolor nunca pedidos por mí, pero que lograron traspasar las barreras del tiempo y pasar de generación en generación. Cadenas de conducta criticadas, creencias nunca cuestionadas y otras cualidades y comportamientos personales exaltados como trofeos de gran valor sin serlo.
Mi necesidad de entender, mejorar y cambiar ciertos aspectos y conductas de mi vida me llevó a emprender un camino de búsqueda interior profunda.
Mi insatisfacción personal y mi autoevaluación de felicidad, me guio a cuestionar y hurgar mis pensamientos y recuerdos para rescatar a mi verdadera yo, al ser puro que vive dentro de cada uno de nosotros y que es por naturaleza, pleno, feliz, creativo y todo lo puede.
EL CAMINO DE LA AMAZONA
Este espacio es el resultado de mi propia búsqueda y sanación personal. Ha sido un camino arduo, constante, sinuoso, con altas y bajas, pero inmensamente reconfortante y de gran paz y crecimiento personal. A este camino sagrado de reencuentro espiritual yo lo llamo “El camino de la Amazona”.
En mi andar por sanar mis heridas emocionales descubrí que tenía arraigadas muchas creencias que me aprisionaron sin darme cuenta. Algunas las había adoptado y otras me habían sido impuestas y, en su momento, no tuve la fuerza o la voz para manifestar mi desacuerdo.
En realidad, mi despertar no inició porque yo pensaba que algo estaba mal en mí. Al contrario, lo hice pensando en ayudar a quienes con sus conductas me afectaban.
Y fue entonces cuando empecé a escuchar frases populares y mensajes que resonaban en mi inconsciente, como, ¿“Quien es más loco?, ¿El loco o el que sigue al loco?”, y con esta frase comencé a cuestionar si en verdad era cierto que “el que sigue al loco” (osea yo) estaba igual o peor que el “loco original”.
Cuestioné entonces, porque permitía y toleraba reacciones en otros que me dañaban. En aquel tiempo, examiné mis principios, mis valores, las enseñanzas mis padres, de mis abuelos, los recuerdos que mis familiares tenían de sus ancestros, vaya que comencé un recuento de mi árbol genealógico para reconocer que sucedía conmigo.
En ese momento, no recuerdo pensar conscientemente que quería sanar mi pasado, solo sabía y sentía que no era feliz con lo que vivía en mi presente, que no me sentía plena ni tenía tranquilidad de alma y espíritu.
Un pensamiento recurrente que venía a mi mente era: Si yo fuera niña de nuevo y me viera de adulta, ¿me sentiría feliz y orgullosa de mi como adulto? La respuesta fue NO, entonces el llanto se apoderó de mí. La negación, la frustración, el enojo, la decepción, la ira, el miedo…y más llanto.
Ese preciso instante de mi vida me hizo “clic” y entonces empecé mi proceso de reconexión personal y sanación de mis heridas.
Nos vemos en el siguiente post!
Cierra tus ojos unos segundos, respira, inhala, exhala. Siente si algo de lo que leíste te ha tocado o te ha hecho “clic” en tu interior. Trata de ubicar que te hizo querer leerlo y que fuiste recordando. Anótalo en un papel. Respira nuevamente.
Muy importante: no le llames a mamá, papá, hermano, hermanas, novio, novia, primo, para reclamar nada. No juzgues, ni recrimines. Tampoco te juzgues a ti mismo. En la privacidad de tu espacio o donde te sientas cómodo (a) , anota Tus pensamientos, sentimientos y emociones que a lo largo de la semana irán brotando.
Comparte con nosotros tus comentarios y sugerencias.